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El Portal de la Fe

PortalXIX Domingo Ordinario: 8-7-16

La Paz Sea con Ustedes,

Esta semana continuamos nuestro estudio acerca de discipulado Cristiano justo donde lo dejamos la semana pasada.  El domingo pasado, Jesús nos enseñó que debemos de valorar los bienes materiales en la medida que nos hacen posible vivir vidas de amor sacrificial.  Vimos que esto requiere que vivamos contemplativamente, para poder ver las cosas con este fin de mente.  Hoy se nos da más instrucción del tipo de mentalidad que el discípulo Cristiano debe mantener en orden de vivir de tal manera.

La mentalidad que habilita al discípulo Cristiano a vivir una vida de amor sacrificial de manera contemplativa se puede describir como llena de fe.  La palabra fe proviene del griego, pístis, que significa al nivel básico, confiar.  Fe tal como se utiliza aquí, no es credulidad ciega como muchos acusan a los creyentes, sino confianza en la Palabra revelada de Dios como fue relatada por los profetas y muy especialmente vivida por el Hijo encarnado.  Es interesante observar, que a través de indicar una mentalidad abstracta, fe, en su sentido más amplio, no permanece en la esfera de lo estático y abstracto, sino que es vivida.  Esta clase de fe es explicada en nuestra primera lectura, donde leemos de los antiguos Israelitas actuando sobre el mensaje que había sido relatado por Moisés antes de la celebración de la primera Pascua (cf. Sabiduría 18:6-9).  Otra vez se nos relata en nuestra segunda lectura de los Hebreos donde escuchamos la historia de Abrahán de quien se nos dice: se quedó por un tiempo en la tierra prometida como en un país extranjero…porque esperaba la ciudad con cimientos cuyo arquitecto es Dios, y quien por la fe recibió el poder de engendrar a pesar que ya había pasado su edad normal…porque él pensó que El que hizo la promesa era digno de confianza (cf. Hebreos 11:9-11).  Lo que es evidente en estos pasajes es que esta confianza que llamamos fe es siempre precipitada por un encuentro y realizada en acción como es insinuado por las primeras líneas de la segunda lectura donde leemos que “La fe es la realización de lo que se espera y la evidencia de cosas que no se pueden ver” (Hebreos 11:1).

Este es el entendimiento de fe que debemos emplear como leemos en el evangelio de este fin de semana.  Como siempre, entre esta lectura, encontramos a Jesús, la misma Palabra de Dios encarnado, y fíjense, por favor, que Jesús comienza su enseñanza de hoy con una promesa: “No temas, pequeño rebaño, porque al Padre de ustedes le agrado darles el Reino” (Lucas 12:32).  Con esta apertura hemos sido alertados que debemos acercarnos a lo que sigue con la mentalidad de fe que hemos explorado anteriormente.  Luego, Jesús continua diciendo, “Háganse junto a Dios bolsas que no se rompen de viejas y reservas que no se acaban; allí no llega el ladrón, y no hay polilla que destroce” (Lucas 12:33).  Fíjense, por favor, que esto es muy similar al lenguaje que uso Jesús en el evangelio del fin de la semana pasada cuando nos llamó a llegar a ser “ricos en lo que le importa a Dios” (Lucas 12:21).  Las parábolas siguientes aclaran directamente como es que podemos almacenar tesoro en el cielo.

Muchos verán esta parábola y la leerán como una fábula alegórica relativa a la parusía (la segunda venida de Cristo cual los Cristianos creen se llevara a cabo al fin del tiempo).  Y, mientras estas palabras de Jesús ciertamente nos llaman la atención a que debemos estar preparados para el encuentro con nuestro creador en cualquier momento (ya sea al fin del mundo o al fin de nuestra vida), hay que preguntarnos para reconocer que estas parábolas tienen algo más que decirnos acerca de la manera en la que debemos entender y conducir nuestras vidas día a día.  Esto se hace evidente por el lenguaje dentro de los cuales las parábolas están enmarcan.

Aunque tal vez extraño, yo propondría, que podemos alcanzar más profundamente un entendimiento a lo que Jesús trata de decirnos leyendo estas parábolas en orden inverso, comenzando con las palabras finales de Jesús, “Al que se le ha dado mucho, se le exigirá mucho, y cuanto más se le haya confiado, tanto más se le pedirá cuentas” (Lucas 12:48).  Moviéndonos hacia atrás, leemos entonces la parábola del fiel e infiel sirvientes (N.B. La fe es directamente ligada junta con nuestras acciones).   Primeramente, fíjense que a este siervo se le ha confiado con mucho, de hecho con el cuidado de toda la casa en ausencia de su patrón.  Jesús a continuación nos dice que el sirviente tiene dos opciones de como él puede ejercer este gran regalo: 1) Él puede tratar a los sirvientes de su patrón con amoroso cuidado, o 2) puede imponer su poder sobre los sirvientes de su patrón.  Dadas las palabras de Jesús, es bastante obvio que el patrón preferiría la primera opción ya que esta opción le gana al sirviente elogio, mientras que al segundo castigo severo.  Moviéndonos otra vez hacia atrás, podemos ver que es el amoroso cuidado de su consiervos lo que hace al que fue confiado con mucho (ya sea preparado o sin preparar) a darle la bienvenida a su amo cuando regresa a su casa en cualquier momento.  Haciendo un último paso hacia atrás, se clarifica que viviendo de esta manera es cómo podemos almacenar tesoro en el cielo, con una adicional consideración.

Fíjense que justo antes de contar estas dos parábolas, Jesús había dicho, “donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón” (Lucas 12:34).  Para los pueblos ancianos, el corazón era visto como la ubicación central de nuestro ser y consecuentemente representante de todo nuestro ser.  En breve, lo que se nos dice aquí, es que no debemos esperar a vivir la vida del Reino de Dios hasta el día que nuestra vida terrenal termine y la vida eterna comienza.  ¡En vez, viviendo una vida de servicio amoroso comenzamos a vivir la vida celestial aquí y ahora mismo!  Sin embargo, para fin de hacerlo, tenemos que mantener una postura de fe como la de Abrahán.

Amigos míos, la fe es el portal que nos permite mantener un pie aquí en la tierra y el otro en nuestra patria celeste. ¡Vivan una vida de fe y hagan que el reino de los cielos sea presente para todos a sus alrededores, comenzando hoy!

Su sirviente en Cristo,

Tony

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